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Mostrando las entradas de mayo 4, 2018

Goldman Sachs: “El Bitcoin no es un fraude”

Vuelve el perro arrepentido con el rabo entre las piernas y el hocico partido.  Después de criticar duramente a los criptomonedas hace unos pocos meses,  Goldman Sachs, uno de los nombres más renombrados en el mundo de las altas finanzas, ha decidido incursionar en este nuevo territorio. ¿Qué cosas, no? Indudablemente, este movimiento le brinda gran credibilidad a los criptos en Wall Street. Algo muy positivo.  Seguramente, en el tiempo, otras instituciones financieras seguirán el ejemplo de Goldman. Todos recordamos con incomodidad cuando Jamie Dimon, el jefe ejecutivo de JPMorgan Chase, tildó al Bitcoin de ser un fraude. Sin embargo,  ahora, Ms Yarid, de Goldman Sachs, ha dicho claramente lo contrario: “El Bitcoin no es un fraude”. En las próximas semanas, Goldman empezará a comerciar con contratos de futuros en nombre de sus clientes. Algo que me parece genial. Los bancos se han dado cuenta que hay mucho dinero por hacer con las criptomoneda

¿Qué pasará con los mineros después del Bitcoin 21 millones? ¿Será el fin?

Bitcoin fue diseñado específicamente para ser limitado en número. Solo existirán 21 millones Bitcoins y no más. Uno vez que  este monto sea minado, no habrá más Bitcoins nuevos. Solamente si se realiza un cambio en el protocolo original, esto podría ser diferente. Pero, hasta ahora, eso no está planteado. El Bitcoin y el oro. El Bitcoin nos recuerda a los días cuando los países se ajustaban al estándar del oro. La vieja práctica de usar el oro como referencia impedía a los gobiernos y a los bancos a emitir dinero inorgánico.  Ahora, es diferente. La posibilidad de crear dinero de la nada está vigente. Lamentablemente, el abuso reiterativo  de esta posibilidad ha  traído consecuencias devastadoras para muchas economías. De hecho, Satochi Nakamoto ideó el Bitcoin en una reacción ante la crisis financiera mundial del 2008. Satochi culpó   a la irresponsabilidad monetaria . El Bitcoin tiene una oferta finita para frenar principalmente  la caprichosa costumbre de imprimir bill