Todo comenzó con el Bitcoin. Y, por un tiempo, estuvo solo. Sin embargo, otros proyectos basados en tecnología blockchain no tardaron en llegar. Entre estos, Ethereum por supuesto. Ethereum quiso ir más allá que el Bitcoin, y brindar una plataforma que permite construir otros proyectos encima. La llegada de Ethereum revolucionó al ecosistema porque le facilitó el camino a los desarrollados en el lanzamiento de nuevos ICOs (Oferta inicial de monedas). En efecto, el 2017 fue el año cuando explotaron los ICOs. En ese año, vimos de todo, cosas muy interesantes, varias tonterías y muchas estafas. Bueno, de todo. También pudimos ver como el Bitcoin perdió importantes espacios. Las altcoins (criptomonedas alternativas al Bitcoin) reclamaron una mayor porción del pastel y al Bitcoin no le quedó otra que ceder territorio a las demás. Ahora, está Bitcoin, todavía el rey de la comarca. Pero, también están criptomonedas como Litecoin, Bitcoin Cash y Ripple que buscan facilitar los pago