Bitcoin cuando empezó en 2010 valía técnicamente $0. Ese año, el primero de su existencia, alcanzó por un momento los $0.34, pero no más. El resto del tiempo estuvo por debajo de este número. Dos años después, en el 2012, el bitcoin, en el exchange Mt Gox, tocó por primera vez los $31 para luego desplomarse a $2. Esa caída generalmente se conoce hoy como la primera gran burbuja del bitcoin. La pérdida fue del 92% de su valor en un lapso relativamente breve. Pero el bitcoin increíblemente sobrevivió. Después,   de diciembre de 2011 a noviembre del 2013, el precio pasó de $2 a $1.242. Como vemos, los altos y bajos son típicos de la volatilidad del bitcoin. Ahora bien, el 2017 fue un año realmente interesante para todo el blockchain.   En enero de ese año, el precio del bitcoin estaba en $900. En diciembre, en $20.000. Sin embargo, el gran ganador durante ese periodo no fue realmente el bitcoin, como muchos piensan. Ethereum obtuvo un crecimiento de 9.000%. En solo 1

Todo el que compra una máquina para minar criptomonedas quiere, como es lógico,   obtener de ella la mayor rentabilidad posible. Existen muchas técnicas para lograrlo, pero aquí explicaremos una. ¿Cuál? Escoger un buen pool. Es decir, conectar tu dispositivo a un buen pool para alcanzar mejores resultados. Bueno, ¿pero   es un pool? Es un conjunto de dispositivos que unen recursos para poder lograr mayores frutos. En este momento, hay varias opciones. Hoy explicaremos algunas de ellas brevemente. Slush Pool Slush es una de los primeros pools en existencia. Comenzó en el 2010 con el nombre de Bitcoin Pooled Mining Server. Con los años, ha alcanzado una sólida reputación por su estabilidad y su precisión. Actualmente, representa el 11.4% de todo el poder hash mundial, ocupando el puesto número 4. La página web es sumamente sencilla, pero también ofrece varias opciones avanzadas para los mineros más experimentados. Su lado negativo es que   las comisiones son relativam