Todo el mundo ha estado hablando de EOS últimamente. Está de moda, por
decirlo de alguna manera. ¿Quién no ha oído de EOS recientemente? Muy pocos. El mes
pasado, aunque parezca increíble, su precio alcanzó a subir más de 100%. En un
momento cuando el Bitcoin está prácticamente estancado, tenemos a esta
criptomoneda que está explotando. Pero,
¿de qué se trata? ¿Qué es EOS? ¿Es, de verdad,
la competencia de Ethereum? ¿Por qué tanta emoción?
Primero, EOS es un protocolo de código abierto. Pero tiene sus
particularidades. Básicamente, EOS, entre otras cosas, es una plataforma que
soporta aplicaciones descentralizadas. En muchos aspectos, se parece mucho a
Ethereum. Sin embargo, es diferente en distintas áreas. EOS es más rápido que
Ethereum, por un lado. Y, por otro, es más amigable para los programadores
porque el idioma es mucho más accesible.
Una aplicación descentralizada podría ser algo similar a Facebook, Uber
o Airbnb pero bajo control directo de sus usuarios sin necesidad de un
poder central. Los alcances de algo así en la práctica son inmensos.
¿Quién es Dan Larimer?
Dan Larimer es la cabeza del proyecto EOS. Él también fue el creador de
otras dos blockchains: Steem y Bitshares. Steem es red social descentralizada
que recompensa a los usuarios por su contenido. Y Bitshares es una
plataforma financiera que permite en intercambio de activos de un modo
descentralizado. El sujeto es un
programador exitoso. Tiene la experiencia y el carisma para construir buenos proyectos. También cuenta
con el dinero. En febrero de 2018, la revista Forbes estimó la fortuna personal
de Dan Larimer en $600 millones de dólares. Nada mal para un programador, ¿eh?
Ah, un pequeño detalle
Lo más curioso en el caso de EOS es que hasta ahora todo es una gran
promesa. EOS se está construyen. No está listo aún. En la actualidad, es solo
una prueba. Ah, pero una prueba con más de $11 billones en capital de mercado.
Indudablemente, EOS cuenta con el respaldo de mucha gente que le tiene fe al
proyecto. Su precio actual (15.05.18): $13.5 (+/-). ¿El próximo año? ¡Quién
sabe!
Nota: Este artículo solo refleja mi opinión. No es consejo
financiero.
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