Existen varias maneras de invertir en criptomonedas. Uno puede
comprarlas y retenerlas, esperando que suban de valor en el tiempo. Ese es un
modo. Comúnmente, llamado “holding”. Uno también puede comprar y vender criptos
en una casa de cambio, aprovechando las fluctuaciones del mercado. Esa es
otra. Comúnmente, llamado “trading”. Pero también, por otro lado, está la
minería. Cada una de estas modalidades de inversión tiene sus ventajas y desventajas, sus riesgos
y sus potencialidades, sus requerimientos y sus recompensas. Es importante
establecer primero nuestras necesidades para poder definir una estrategia
inteligente entre las diferentes opciones. ¿Queremos una renta fija? ¿Queremos
crecer agresivamente o moderadamente? ¿Cuáles son los riesgos
que estamos dispuestos a asumir? ¿Cuál
es nuestro nivel de conocimiento? ¿Qué tiempo estamos dispuesto a dedicar a la
empresa? ¿Con qué contamos?
La minería.
Para minar hay que comprar una máquina computarizada especializada en
minería. El mercado ofrece diferentes tipos de máquinas. El tipo de maquina
varia y depende principalmente de la criptomoneda que se piense minar, de su
disponibilidad, de la calidad y del precio. Ese equipo tiene un costo, por
supuesto. Y exige ciertas condiciones para funcionar. Básicamente, requiere
espacio, ventilación, mantenimiento, acceso a internet y electricidad. Su
rentabilidad es calculable. En el tiempo, la rentabilidad puede variar. Primero,
el precio de la criptomonedas. Segundo, el nivel de dificultad de la minería.
Sin embargo, la minería pude generar poco o mucho pero siempre genera algo. He
aquí su más importante ventaja. La máquina de minería es un activo que produce
una renta todos los días. Por ejemplo, una máquina podría costar, digamos,
$2.500. Y podría producir en promedio $7 en criptomonedas al día. Luego de
restar los gastos de electricidad, arrendamiento, mantenimiento y extras,
lo demás es ganancia. Por lo general, quien invierte en minería recupera su
inversión inicial en menos de 6 meses o a más tardar un año (todo depende a los
precios de la criptomoneda durante ese año).
Minería en la nube:
También se puede minar sin la necesidad de mantener una máquina
directamente. Porque es posible comprar un contrato de minería a un
centro de minera. En vez de comprar una máquina, uno podría
alquilarla y dejar que otro se encargue de toda la operación. No seríamos
dueños de la máquina como tal pero sí, por un tiempo, de su producción. El
riesgo es poco. Pero se depende de otro. Y nunca tomaremos parte activa de la
operación en sí.
Es importante minar en la nube con una compañía reconocida. Hay muchas
estafas por ahí. Las principales son: Genesis Mining, Hashfare, Hashnet y
Hashing24. Cinco cosas para tomar en cuenta antes de tomar un decisión:
1) El precio del contrato. Precio/Hashpower. 2) La rentabilidad (proyectada):
Precio actual de la cripto/Hashpower contratado. 3) La duración del contrato.
4) Posibilidades de reinvertir. 5) Disponibilidad. A veces, estas compañías no
tienen contratos disponibles a la venta debido a la gran demanda.
¡Minería en la nube! Una opción muy interesante.
Nota: Este artículo solo refleja mi opinión. No es consejo financiero.
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